En Bogotá, muchas mujeres enfrentan a diario violencias en sus hogares, en el transporte, en espacios públicos o en espacios laborales. El Sistema Distrital de Cuidado (SIDICU) se consolida como una estrategia innovadora para prevenir y atender las violencias basadas en género.
Este sistema se materializa en las Manzanas del Cuidado, espacios públicos donde las mujeres, que históricamente han asumido las tareas del cuidado no remunerado —como el cuidado de niños, personas mayores o con discapacidad— pueden acceder, sin costo alguno, a servicios integrales de formación, atención psicosocial, asesoría jurídica, respiro, y fortalecimiento de sus proyectos de vida.
Lo que comenzó como una política pionera en América Latina, hoy es un modelo replicado por otras ciudades del país y del mundo, que reconocen su impacto en la reducción de las desigualdades estructurales basadas en género.
Lo que comenzó como una política pionera en América Latina, hoy es un modelo replicado por otras ciudades del país y del mundo, que reconocen su impacto en la reducción de las desigualdades estructurales basadas en género.
Pero su papel va más allá de ofrecer servicios: son espacios seguros donde las mujeres pueden identificar situaciones de violencia, recibir atención y orientación profesional inmediata y empezar procesos de recuperación emocional y reconstrucción de su autonomía. Según el más reciente consolidado de InfoCuidado, entre marzo de 2021 y enero de 2025, en las Manzanas del Cuidado se brindaron servicios a 842.278 mujeres y sus familiares a través de 5.922.288 atenciones, que van desde procesos formativos, espacios de respiro para las cuidadoras, orientación psicosocial y jurídica, entre otros, lo que muestra el impacto real de esta política en la vida de las mujeres.
El acceso a orientación jurídica y psicosocial es clave para muchas mujeres que viven violencia intrafamiliar, pero no saben a dónde acudir ni cómo identificar que están en una situación de riesgo. Las profesionales de las Manzanas del Cuidado las escuchan y les ayudan a construir rutas de protección y a tomar decisiones informadas para salir de entornos violentos. Además, mientras reciben atención, las cuidadoras pueden dejar a sus hijos o personas dependientes en espacios especializados con atención profesional.
Además, las Manzanas del Cuidado se han convertido en espacios de prevención y alerta frente a las violencias más silenciadas, como la violencia económica, psicológica y simbólica. A través de la Estrategia Mujeres y de acciones pedagógicas de transformación cultural, la Secretaría Distrital de la Mujer fortalece las redes de apoyo entre ciudadanas, promueve entornos libres de sexismo y contribuye a una Bogotá más justa y equitativa.
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¡En Bogotá, cuidamos a las que nos cuidan!