En Bogotá, el cuidado sigue siendo una tarea que recae mayoritariamente sobre las mujeres. Ellas cocinan, limpian, cuidan a niños y niñas, a personas mayores, con discapacidad o con enfermedades. Lo hacen todos los días, en silencio, sin salario ni reconocimiento. Y, sobre todo, sin tiempo para ellas mismas.
Según el Observatorio de Mujeres y Equidad de Género (OMEG), el 89 % de las personas que asumen el cuidado en Bogotá son mujeres, y esto tiene consecuencias directas en su autonomía económica, su salud mental y su capacidad de participación en la vida pública. Muchas no pueden estudiar, trabajar o descansar porque su tiempo está completamente absorbido por el trabajo de cuidado no remunerado.
Estas cargas no solo profundizan las desigualdades de género, también impiden que miles de mujeres desarrollen un proyecto de vida independiente. Por eso, desde 2020, Bogotá le apostó a una política pública sin precedentes en el país: el Sistema Distrital de Cuidado, que reconoce, redistribuye y reduce el trabajo de cuidado que históricamente ha recaído sobre las mujeres.
Este sistema se materializa en las Manzanas del Cuidado, espacios ubicados en varias localidades de la ciudad donde las mujeres pueden acceder, de manera gratuita, a formación, atención psicosocial, orientación jurídica, actividades de bienestar y asesoría para el empleo o el emprendimiento. Mientras ellas se cuidan y se forman, las personas que cuidan —niños, niñas, personas mayores o con discapacidad— son atendidas por equipos profesionales, en el mismo lugar.
Según el más reciente consolidado de InfoCuidado, entre marzo de 2021 y enero de 2025, en las Manzanas del Cuidado se brindaron servicios a 842.278 mujeres y sus familiares a través de 5.922.288 atenciones, que van desde procesos formativos, espacios de respiro para las cuidadoras, orientación psicosocial y jurídica, entre otros, lo que muestra el impacto real de esta política en la vida de las mujeres.
Además de ofrecer servicios que alivian la carga de los trabajos de cuidado no remunerado, las Manzanas del Cuidado también se han consolidado como espacios seguros para la prevención de violencias basadas en género. A través de servicios como la orientación psicosocial, el acompañamiento jurídico y la activación de rutas de atención en casos de violencia, las mujeres encuentran en estos espacios un respaldo integral que no solo las escucha, sino que las protege y empodera. Este enfoque preventivo es parte esencial del compromiso de la Secretaría Distrital de la Mujer por garantizar que cada mujer en Bogotá pueda vivir una vida libre de violencias.
Las Manzanas del Cuidado no solo ofrecen servicios, también devuelven tiempo, oportunidades y esperanza. Son espacios donde las mujeres son escuchadas y atendidas. Allí recuperan su autonomía, reescriben sus historias y construyen nuevas formas de habitar la ciudad. Porque cuando las mujeres pueden cuidarse, aprender y decidir sobre su tiempo, toda la ciudad avanza.
¡En Bogotá, cuidamos a las que nos cuidan!