Emprendimiento y empleabilidad: autonomía económica que cierra brechas de género
“Llegué a Bogotá desplazada por la violencia. Ahora soy dueña de mi negocio y lo logré en la Manzana del Cuidado”

Lograr que las mujeres tengan autonomía económica es fundamental para que gocen una vida libre de violencias, plena y con garantía de derechos. En las Manzanas y en los Buses del Cuidado ofrecemos servicios gratuitos de emprendimiento, formalización y conexión a empleo.
Nancy alista el mise en place. “Mi zɑ̃ ˈplas es la organización de los ingredientes que se hace antes de preparar un plato”, explica luego de pronunciar perfectamente esta palabra francesa que aprendió en YouTube. Saca tazas, cucharas, harina, mantequilla, huevos, crema, azúcar y gelatina de colores que hace juego con su delantal rosado de figuritas, con su camisa de flores y con su turbante.
Nancy Pérez Asprilla nació en Apartadó, Antioquia, hace 51 años. Se crío en Urabá, una región ubicada entre los departamentos de Antioquia, Chocó y Córdoba. Allí, entre cultivos de banano, las palmeras y el mar, que aparentemente son un paisaje paradisíaco, se esconde una guerra macabra que ha cobrado la vida de miles de personas.
También podrás ver y escuchar la historia de Nancy Pérez Asprilla a continuación.
Cuando se encrudeció la violencia, Nancy tenía 26 años. Vio como mataban a sus amigos, a los vecinos, incluso a sus familiares. Su tierra se convirtió en un campo de batalla sin tregua. El sonido ensordecedor de las balas, las amenazas en las paredes de las casas de bareque y los ríos de sangre la sacaron corriendo a ella, a su esposo y a sus hijos.
A Nelson Torres González, su primer y único amor, lo conoció en Urabá. Fue casi amor a primera vista. Nancy recuerda ese momento, ríe y se le iluminan los ojos. Cuando tomaron la decisión de salir de Urabá ya tenían a Manuel Fernando, Dila María y Yosimar. Sus hijos y su hija eran apenas unos bebés para entender qué era la guerra, muy frágiles para vivir todos los días en medio del sonido de las balas. “Llegamos a Bogotá con una mano adelante y otra atrás, sin nada, con mucho miedo, huyendo de una guerra que nos iba a matar en cualquier momento y enfrentándonos a vivir en la ciudad sin tener un solo peso”.
Su esposo consiguió trabajo como celador. Sus hijos y su hija entraron al jardín y ella se dedicó, tiempo completo, a ser cuidadora de su casa, pero se dieron cuenta que la plata no alcanzaba.
¡Es hora de abrir las páginas de este libro digital y conocer la inspiradora travesía de quienes nos han cuidado siempre y, por primera vez, tienen tiempo y servicios para ellas!
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Respuesta de preguntas frecuentes
1- Acercándote a la Manzana del Cuidado más cercana y buscando a la líder, ella te contará qué servicios hay para ti, te ayudará a inscribirte y te guiará en todo el proceso.
2- A través de llamada o WhatsApp puedes contactar a la líder de la Manzana más cercana, ella te indicará los horarios de cada servicio y te guiará en todo el proceso.
Según la Encuesta Nacional del Uso del Tiempo (ENUT) del 2017, solo en Bogotá, 9 de cada 10 mujeres realizan trabajos de cuidado no remunerados, mientras que sólo 6 de cada 10 hombres lo hacen. Otra cifra que muestra este desequilibrio es el tiempo invertido: ellas gastan 3 horas y 11 minutos diarios más que los hombres en hacer trabajos de cuidado no pagos.
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