Es 1919 y Santafé de Bogotá aún no es Bogotá, al menos no como la conocemos hoy. De esa ciudad de principios del siglo XX nos separan más de 100 años en los que el mundo pasó de la iluminación con vela a los smartphones. Pero estamos en 1919 y el mundo acaba de dejar atrás la Primera Guerra Mundial, la Revolución rusa y la pandemia de la Fiebre española.
Acá, hasta cierta extensión alejados de esos convulsos momentos históricos, la capital ya tiene pavimentada la primera avenida apta para automóviles (la Avenida Colón), ya está en funcionamiento el tranvía eléctrico, y la capital colombiana ya sufre la congestión vehicular ocasionada por los poco más de 900 carros que ya hay en circulación (estimaciones del Archivo de Bogotá).
Ya se comienza a dibujar el progreso, pero en esa Bogotá aún primitiva, a la orilla de los ríos y riachuelos se vislumbra el panorama triste de las lavanderas, mujeres que lavan costalados de ropa sucia en los bordes de las corrientes de agua helada que tiene la capital. Las caminatas son largas y los bultos de ropa pesados.
- Te puede interesar: Nueva lavandería comunitaria para las cuidadoras de Los Mártires. -
Ellas, porque el trabajo, como el de las aguateras, es eminentemente femenino, pasarán horas hincadas, sufriendo las inclemencias del tiempo, golpeando la ropa contra una piedra para sacarles la suciedad. Este fue el panorama descrito por Tiberio Rojas y Pedro M. Ibáñez en su estudio, “Contribución al Estudio de la Higiene Pública de Bogotá”, publicado en el Registro Municipal de Higiene el 20 Julio de 1919.
Padecen frio y humedad en sus dedos, brazos y piernas, pero aún faltarán 17 años para que alguien note la inclemencia de la actividad y la necesidad de dignificar el oficio y hacerles la vida un poco más fácil.
Ahora es 1936 y Bogotá tiene a un joven alcalde de 33 años que será profundamente relevante para la historia contemporánea de Colombia: se trata de Jorge Eliecer Gaitán, nombrado por el entonces gobernador de Cundinamarca, Parminio Cárdenas, el 20 de mayo de 1936 y destituido por el mismo Cárdenas un año después.
En ese breve mas no silencioso periodo de tiempo, el alcalde inauguró 32 lavaderos que serían, nada más ni nada menos, que el primer equipamiento pensando alrededor del cuidado. Gaitán puso en marcha, de una forma profundamente abstracta e incipiente, lo que casi un siglo más tarde se consolidaría en el Sistema Distrital de Cuidado que la capital tiene hoy y que ha sido reconocida internacionalmente como un ejemplo replicable de urbanismo táctico con enfoque de género.
Así, doce años antes de que el asesinato de Jorge Eliecer Gaitán cambiara categóricamente la política y la sociedad colombiana, y exacerbara la época de la violencia partidista que se instauró con una rabia ciega y colectiva a lo largo y ancho del país, el entonces alcalde inauguró en el barrio Fábrica de Loza (localidad de Santa Fe), en donde hoy está ubicada una de las 23 Manzanas del Cuidado, 32 lavaderos que no solo siguen en pie, sino que se siguen usando.
Ahora es 2024. En los últimos meses se desenlazó la invasión rusa a Ucrania, se agudizó la crisis en la Franja de Gaza y se superó la pandemia del Covid-19, enfermedad que cobró la vida de 15 millones de personas entre el 2020 y el 2021 (estimativos también de la OMS).
En esta Bogotá, existe el Sistema Distrital del Cuidado, consolidado alrededor del innovador concepto de las Manzanas del Cuidado. Esa básica noción de que las mujeres no tenían por qué romperse las rodillas lavando ropa directamente del rio en 1936, ha evolucionado en forma sustancial y se ha pensado en el tiempo dedicado a lavar, que puede emplearse en otras actividades.
Hoy en el Sistema de Cuidado de Bogotá hay 16 lavanderías comunitarias en las localidades de Ciudad Bolívar, Bosa, Usme, Kennedy, Usaquén, Santa Fe, Engativá, Chapinero, Suba, San Cristóbal, Mártires y Puente Aranda, y están en proceso de instalación las lavadoras que tendrá la Manzana del Cuidado de Bosa-Campo Verde.
Este servicio, a cargo de la Secretaría de Integración Social, se ha consolidado como uno de los servicios de las Manzanas del Cuidado que más demanda tiene, pues muchas personas cuidadoras siguen invirtiendo horas de su vida en esta actividad, especialmente muchas mujeres.
¡En Bogotá, cuidamos a las que nos cuidan!