Día Internacional del Trabajo Doméstico: ¡Cuidar es un trabajar!
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Este 22J hacemos un llamado a reconocer los trabajos de cuidado y a quienes los realizan, y a cumplir los derechos laborales de las trabajadoras domésticas.
El 22 de julio es el Día Internacional del Trabajo Doméstico. Una conmemoración impulsada desde 1983 durante el Segundo Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe del Perú. Para este año, desde el Sistema Distrital de Cuidado, queremos hacer un llamado a visibilizar y reconocer los trabajos de cuidado y la contribución que hacen quienes los realizan al sostenimiento de la vida y de la sociedad.
Las labores como limpiar, planchar, preparar alimentos, barrer, ordenar, cuidar a quien lo necesita son trabajos de cuidado que requieren tiempo, esfuerzo y conocimientos, y que, en su mayoría, son realizados por mujeres que no reciben pago, ni reconocimiento por hacer estas tareas que son indispensables para la vida.
El llamado este 22J es a reconocer que cuidar es trabajar. Hoy queremos exaltar, reconocer y agradecer a todas las personas cuidadoras que, con su trabajo, han permitido que Bogotá salga adelante. Además, queremos exhortar a la sociedad para reconocer, valorar y representar el trabajo de cuidado.
La sociedad, el Estado, el sector privado, la comunidad y todas las personas debemos contribuir a generar acciones que permitan que los y las cuidadoras tengan una vida digna, con oportunidades y con bienestar. Por eso, en esta conmemoración, buscamos que toda la sociedad, de manera corresponsable, aporte a la distribución equitativa de los trabajos de cuidado no remunerados.
En Bogotá 9 de cada 10 mujeres realizan trabajos de cuidado no remunerados a los que les dedican 6 horas y 34 minutos diarios, 4 horas más que los hombres. Además, para el 30% de las mujeres en Bogotá, estos trabajos son su actividad principal, por la cual no reciben ninguna remuneración.
Esta sobrecarga ha tenido graves consecuencias para las mujeres. De 1,2 millones de cuidadoras, el 70% tiene como máximo nivel educativo el bachillerato, el 33% no cuenta con tiempo libre, el 20% tiene enfermedades crónicas diagnosticadas y el 90% son de bajos recursos.
El desequilibrio en la provisión de los cuidados ha generado que las mujeres vivan en pobreza de tiempo, además, ha tenido altísimos costos en materia de autonomía económica, participación política y violencia de género para las mujeres.
Este 22J también hacemos un llamado a derribar estereotipos. En Bogotá, según los resultados de la Línea Base del Sistema Distrital de Cuidado (2022), 2 de cada 6 personas considera que quien menos gana dinero en el hogar debe encargarse de los trabajos de cuidado, además, 2 de cada 4 personas considera que si un hogar está desorganizado o sucio es porque le falta una mano femenina. Además, el 89% de las personas considera que los hombres deben ayudar en los oficios del hogar, aunque no sea su obligación.
Estas creencias refuerzan la distribución inequitativa del cuidado. Cuidar no es una responsabilidad exclusiva de las mujeres, ni deben hacerlo solo por el hecho de ser mujeres. Los trabajos de cuidado son responsabilidad de todas y todos, y debemos distribuirlos de manera equitativa.
¡En Bogotá, A Cuidar se Aprende! El cuidado, así como las matemáticas, las ciencias o el patinaje, se aprende, y todas y todos podemos y debemos hacerlo. Lograrlo es indispensable para que las mujeres superen la pobreza de tiempo y tengan más y mejores oportunidades.
Desde la Administración Distrital asumimos el compromiso de trabajar para reconocer, reducir y redistribuir los trabajos de cuidado. Por eso pusimos en marcha el Sistema Distrital de Cuidado y lo llevamos al territorio con las Manzanas y los Buses del Cuidado, allí relevamos a las mujeres de los trabajos de cuidado, les damos tiempo y servicios para que puedan estudiar, emprender, conectarse con oportunidades de empleo, ejercitarse y relajarse, mientras cuidamos a quienes ellas cuidan. Además, desplegamos nuestra estrategia de cambio cultural para que todas y todos aprendamos a cuidar.
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¡22J, una conmemoración para garantizar los derechos de las trabajadoras domésticas!
El 95% de las personas que trabajan en el sector de servicios domésticos de manera remunerada son mujeres. Ellas, al igual que las que lo hacen sin recibir remuneración, han sido víctimas de diferentes desigualdades sociales asociadas a la discriminación racial, de género, económica, étnica y migratoria.
En Bogotá, de acuerdo con datos de la Gran Encuesta Integrada de Hogares, del total de personas ocupadas en servicio doméstico para 2022, el 46% no cotizó seguridad social completa, tan solo el 34% recibió prima servicios y el 13% prima de navidad, 52% eran jefas de hogar, 44% devengaron menos de un SSMLV y el promedio de ingresos mensuales fue de $929.693 (GEIH, 2022).
Hoy hacemos un llamado para que se garanticen y se cumplan sus derechos laborales. Las trabajadoras domésticas no son las personas que ‘ayudan’ en la casa, son trabajadoras y tienen derechos estipulados en las leyes de nuestro país.
Compartimos seis prácticas para garantizar los derechos laborales de las trabajadoras domésticas:
1- Todas las trabajadoras domésticas tienen derecho al pago de prima en los meses de junio y diciembre.
2- Su jornada laboral no debe ser superior a las 8 horas si es un trabajo externo y a las 10 horas si es trabajo interno.
3- Las trabajadoras domésticas tienen derecho a ser afiliadas a pensiones, salud y riesgos laborares, independientemente de ser internas o trabajar por días, y sin importar la jornada y el horario.
4- Tienen derecho a prestaciones sociales como cesantías, vacaciones y vestuario de labor.
5- El periodo de prueba de una trabajadora doméstico es de dos meses como en cualquier contrato de un trabajador particular.
6- Otorga los implementos que requiere su labor, ten en cuenta elementos de bioseguridad.
Recuerda, ¡todos nuestros servicios son gratuitos!
Consulta y descarga aquí el documento de sentido de esta conmemoración.
¡En Bogotá, cuidamos a las que nos cuidan!
Destacados de la nota
- Este 22J hacemos un llamado a reconocer los trabajos de cuidado y a quienes los realizan, y a cumplir los derechos laborales de las trabajadoras domésticas.
- Estas creencias refuerzan la distribución inequitativa del cuidado. Cuidar no es una responsabilidad exclusiva de las mujeres, ni deben hacerlo solo por el hecho de ser mujeres. Los trabajos de cuidado son responsabilidad de todas y todos, y debemos distribuirlos de manera equitativa.
