En la habitación que Marisol comparte con su esposo suena la alarma a las 6 de la mañana. Su día arranca muy temprano porque tiene muchas que hacer y el tiempo se va volando, no puede perder ni un minuto porque si lo hace se va a retrasar y no podrá llegar puntual a sus ejercicios. Al salir de la habitación se encuentra con sus mascotas que le están moviendo la cola y pidiendo atención, ellos son los primeros de los que debe ocuparse.
Revisa la hora en el reloj, pero aún tiene tiempo. Empieza a preparar el desayuno y los sonidos en la casa le indican que su esposo y su hijo se están alistando para iniciar sus respectivos días. Unos minutos más tarde ambos se sientan a la mesa y juntos toman el desayuno. Marisol termina de comer, se despide de su familia y con una tula en la espalda en la que lleva una botella de agua, camina en dirección a la Manzana del Cuidado de Kennedy.
- Marisol, Marisol, te estábamos esperando -, una vez llega a su clase de aeróbicos algunas de las cuidadoras allí la saludan y se acercan para conversar por algunos minutos antes de que inicie la clase.
- Ya estoy aquí, cuéntamelo todo – responde ella.
- Es que ella quiere saber si la puedes incluir en el grupo- señala a una mujer que se encuentra cerca a la conversación.
- Pero, por supuesto –saca su celular y le pide todos los datos, en cuestión de segundos la mujer ya está dentro del grupo.
"Yo empecé con ese grupo sin intención, pero como yo les tomaba fotos a las cuidadoras ellas me pedían que se las enviara y así de a poquito fue creciendo", cuenta Marisol.
Actualmente ella es la administradora de un grupo de WhatsApp con más 130 cuidadoras que asisten a la Manzana del Cuidado de Kennedy. Ahí Marisol comparte la información que la líder la Manzana quiere divulgar y resulta de ayuda para aquellas que no asisten todos los días. Además, dice que en ese grupo muchas cuidadoras han encontrado consuelo, apoyo y una red de apoyo que las escucha –o lee-, comprende y acompaña si alguna lo necesita.
Al terminar la clase, las cuidadoras se reúnen para tomar una foto con el profesor del día y luego por medio del grupo se la comparten. Así cada una de ellas puede atesorar un momento y las que no pudieron asistir a esa clase crean expectativa para la próxima vez que vayan a bailar a la Manzana.
Marisol sale de sus aeróbicos, danzas, yoga, rumba, ejercicios funcionales, o de la clase que tenga cada día en dirección a su casa. Allí aprovecha su soledad para limpiar, barrer, ordenar y hacer el almuerzo para ella y su esposo que regresa a casa al medio día. Aunque cuando la actividad física es en la tarde, su rutina se invierte y luego del almuerzo se va para la Manzana.
Hace poco se inscribió al curso de inglés porque quiere aprender de la misma manera en que sus amigas y compañeras lo hicieron. Poco a poco va haciendo otros cursos y asistiendo a otros talleres, ya aprendió a nadar en la Manzana y sabe que es cuestión para aprender muchas otras cosas.
Así como Marisol y muchas otras mujeres cuidadoras en Bogotá, tú también puedes disfrutar de todos los servicios que las Manzanas del Cuidado tienen para ti. Puedes terminar la primera y el bachillerato, lavar tu ropa, aprender a montar bicicleta, aprender a manejar el celular y el computador y muchas cosas más totalmente GRATIS. Lo mejor es que no vas a descuidar a las personas que tienes a tu cargo pues nosotros cuidamos a quienes tú cuidan mientras participas de las clases o te das tiempo para ti.
La Manzana del Cuidado de Kennedy, a la que pertenece Marisol, está cumpliendo dos años y está ubicada en el CDC Bellavista (Calle 38 Sur #94c-29). Puedes asistir cuando quieras sin ningún tipo de inscripción o cita previa. Pero si vives en otra localidad ¡no te preocupes! Ya tenemos 19 Manzanas del Cuidado en toda la ciudad. Busca la manzana más cercana a ti y podrás encontrar cuáles son las opciones más cercanas a tu hogar.
Recuerda, ¡todos nuestros servicios son gratuitos!
¡En Bogotá, cuidamos a las que nos cuidan!