A Cuidar se Aprende

En Bogotá sabíamos que no bastaba con darle tiempo y servicios a las mujeres. Para lograr redistribuir los trabajos de cuidado y quitarles la sobrecarga necesitábamos cambiar la cultura. Por eso creamos la Estrategia Pedagógica y de Cambio Cultural A Cuidar se Aprende, una iniciativa con la que estamos derribando estereotipos y creencias, y transformando la cultura alrededor del cuidado.
Nuestro lema es ¡A Cuidar se Aprende! Las mujeres no nacieron con un ‘chip’ de cuidado, así como aprendieron matemáticas o ciencias, también aprendieron a cuidar, y todas y todos podemos y debemos hacerlo.

La Estrategia Pedagógica y de Cambio Cultural tiene servicios para los hombres, las mujeres, las familias y la ciudadanía en general.
Su primer servicio es la Escuela Hombres al Cuidado – A Cuidar se Aprende, una iniciativa con la que por primera vez Bogotá le está enseñando a los hombres a cuidar, y a ejercer una masculinidad no violenta. Además de incentivar la distribución equitativa de los trabajos de cuidado en el hogar entre hombres y mujeres, la Escuela previene situaciones de violencia económica mediante el reconocimiento del cuidado como acción no remunerada, pero reconocida como trabajo. Así como la prevención de violencia psicológica mediante el desarrollo del módulo de cuidado emocional, con acciones de solución de situaciones conflictivas con pautas no violentas.
Además de la Escuela, la Estrategia brinda talleres de cambio cultural. En los talleres A Cuidar se Aprende los hombres adquieren herramientas prácticas para la distribución equitativa de los trabajos de cuidado, y en los talleres Cuidamos a las que nos cuidan las mujeres aprenden tips de autocuidado.
Además de estos servicios la Estrategia ofrece ciclos de lectura que cuestionan los roles de género y lectura de textos escritos por mujeres.

Los servicios de la Estrategia Pedagógica y de Cambio Cultural están en las Manzanas y en los Buses del Cuidado.

No. Los servicios de la Estrategia Pedagógica y de Cambio Cultural son totalmente gratuitos y están abiertos para toda la ciudadanía.

Cocinar, limpiar, lavar la ropa, barrer, cuidar a quienes lo necesitan son actividades fundamentales para el sostenimiento de la vida, sin embargo, históricamente, por los estereotipos de género han caído de manera desproporcionada sobre las mujeres. Estas actividades son trabajos de cuidado que, como cualquier otro trabajo, requieren tiempo, esfuerzo y conocimiento, pero que no son remuneradas, ni reconocidas.
Según la Encuesta Nacional del Uso del Tiempo (ENUT) del 2017, solo en Bogotá, 9 de cada 10 mujeres realizan trabajos de cuidado no remunerados, mientras que sólo 6 de cada 10 hombres lo hacen. Otra cifra que muestra este desequilibrio es el tiempo invertido: ellas gastan 3 horas y 11 minutos diarios más que los hombres en hacer trabajos de cuidado no pagos.